Pipí, Pupú y Rosmarina están buscando rastros de Mapá en la orilla del mar, donde se encuentran con un pequeño jabalí con un extraño hábito: se pasea con tapones en las orejas. Cuando el trío le pregunta por qué, el pequeño jabalí les dice que se tapa los oídos para no oír el canto que las sirenas utilizan para atraer a sus presas.
Los tres amiguitos se encogen de hombros, pero cuando oyen el canto de las sirenas, procedente de una roca junto a la playa, se lanzan al agua, totalmente hechizados. Justo cuando están a punto de ser devorados por las sirenas, el pequeño jabalí los salva atrayéndolos de nuevo a la playa con uno de sus irresistibles “cantos de roca".
Pipí, Pupú y Rosmarina están buscando rastros de Mapá en la orilla del mar, donde se encuentran con un pequeño jabalí con un extraño hábito: se pasea con tapones en las orejas. Cuando el trío le pregunta por qué, el pequeño jabalí les dice que se tapa los oídos para no oír el canto que las sirenas utilizan para atraer a sus presas.
Los tres amiguitos se encogen de hombros, pero cuando oyen el canto de las sirenas, procedente de una roca junto a la playa, se lanzan al agua, totalmente hechizados. Justo cuando están a punto de ser devorados por las sirenas, el pequeño jabalí los salva atrayéndolos de nuevo a la playa con uno de sus irresistibles “cantos de roca".