Tatjana, Gerti y Monika trabajan duro en una lavandería, un negocio familiar tradicional en el suburbio hamburgués de Groß-Flottbek, junto al río Elba. Los ingresos de las mujeres son bajos; no pueden permitirse vivir en Groß-Flottbek, con sus finas villas. Monika, por ejemplo, viaja desde Wilhelmsburg todas las mañanas al amanecer en autobús y tren de cercanías.
Las consecuencias de la globalización ponen en duda que las cosas vayan a mejorar en un futuro próximo. Al menos, la lavandería ha proporcionado hasta ahora una base estable a bajo nivel. La madre de Tatyana lavó y dobló ropa ahí durante décadas antes de jubilarse, y su hermana también trabaja ahí.
Las mujeres afrontan su ardua vida cotidiana con dignidad y tenacidad, son heroínas silenciosas que de vez en cuando conquistan un poco de felicidad. La directora Susan Gluth las acompaña en una película que trata a sus protagonistas con el máximo respeto y, por tanto, puede acercarse mucho a ellas.
Tatjana, Gerti y Monika trabajan duro en una lavandería, un negocio familiar tradicional en el suburbio hamburgués de Groß-Flottbek, junto al río Elba. Los ingresos de las mujeres son bajos; no pueden permitirse vivir en Groß-Flottbek, con sus finas villas. Monika, por ejemplo, viaja desde Wilhelmsburg todas las mañanas al amanecer en autobús y tren de cercanías.
Las consecuencias de la globalización ponen en duda que las cosas vayan a mejorar en un futuro próximo. Al menos, la lavandería ha proporcionado hasta ahora una base estable a bajo nivel. La madre de Tatyana lavó y dobló ropa ahí durante décadas antes de jubilarse, y su hermana también trabaja ahí.
Las mujeres afrontan su ardua vida cotidiana con dignidad y tenacidad, son heroínas silenciosas que de vez en cuando conquistan un poco de felicidad. La directora Susan Gluth las acompaña en una película que trata a sus protagonistas con el máximo respeto y, por tanto, puede acercarse mucho a ellas.