A través de numerosos fragmentos de películas de Philippe Schneider, Tom Alesch relata la vida y la carrera del cineasta luxemburgués. Tras describir sus primeros años de vida, la película aborda su primer gran documental ("Pour la liberté", 1948), para después hablar de la forma en que Schneider se hizo un espacio en un país en el que entonces no existía la producción cinematográfica. Gracias a su propio estudio, en el que trabajaba toda su familia, se convirtió en el cineasta, casi oficial, del Gran Ducado, realizando un gran número de películas turísticas, industriales y publicitarias. De carácter ambicioso y ambivalente, Schneider se ganó la simpatía de la prensa y del gobierno, pero fracasó en su único largometraje, "L'amour, oui! Mais..." (1970), cuya producción se relata en detalle.
Al final de su vida, Schneider no pudo hacer frente a la competencia de los jóvenes cineastas, críticos de la sociedad luxemburguesa, y a llegada de la televisión.
Murió decepcionado tras intentar resucitar, por última vez, la imagen de cuento de hadas de Luxemburgo que había celebrado durante toda su vida.
Película del archivo de la CNA.
A través de numerosos fragmentos de películas de Philippe Schneider, Tom Alesch relata la vida y la carrera del cineasta luxemburgués. Tras describir sus primeros años de vida, la película aborda su primer gran documental ("Pour la liberté", 1948), para después hablar de la forma en que Schneider se hizo un espacio en un país en el que entonces no existía la producción cinematográfica. Gracias a su propio estudio, en el que trabajaba toda su familia, se convirtió en el cineasta, casi oficial, del Gran Ducado, realizando un gran número de películas turísticas, industriales y publicitarias. De carácter ambicioso y ambivalente, Schneider se ganó la simpatía de la prensa y del gobierno, pero fracasó en su único largometraje, "L'amour, oui! Mais..." (1970), cuya producción se relata en detalle.
Al final de su vida, Schneider no pudo hacer frente a la competencia de los jóvenes cineastas, críticos de la sociedad luxemburguesa, y a llegada de la televisión.
Murió decepcionado tras intentar resucitar, por última vez, la imagen de cuento de hadas de Luxemburgo que había celebrado durante toda su vida.
Película del archivo de la CNA.