Once años después del genocidio, la película acompaña a supervivientes y verdugos antes y después de los primeros juicios populares Gacaca, donde se enfrentan cara a cara. Están Obede, acusado de matar niños, y cuya petición de perdón no es más que una cínica estrategia para conseguir su libertad, Gahutu, que no tiene "ningún remordimiento" y que, delante de sus jueces, se refiere a los exterminados como "serpientes" y François, que se vio obligado a matar a su propio hermano para sobrevivir, y ahora intenta reconciliarse con su cuñada. A través de estas tres historias, la película teje un retrato de una sociedad en guerra con el genocidio siempre presente.
Once años después del genocidio, la película acompaña a supervivientes y verdugos antes y después de los primeros juicios populares Gacaca, donde se enfrentan cara a cara. Están Obede, acusado de matar niños, y cuya petición de perdón no es más que una cínica estrategia para conseguir su libertad, Gahutu, que no tiene "ningún remordimiento" y que, delante de sus jueces, se refiere a los exterminados como "serpientes" y François, que se vio obligado a matar a su propio hermano para sobrevivir, y ahora intenta reconciliarse con su cuñada. A través de estas tres historias, la película teje un retrato de una sociedad en guerra con el genocidio siempre presente.