Si la energía nuclear no se hubiera inventado para bombardear Hiroshima o alimentar flotas militares, ¿cómo serían hoy nuestros reactores? ¿Si desde el principio se hubiera dado prioridad al uso civil de la energía nuclear, como suministradora de energía y calor, con el objetivo de apoyar a las energías eólica y solar en lugar de sustituirlas?
Entonces quizá nuestros reactores actuales serían reactores de torio con sales fundidas. Casi tres cuartos de siglo después de su invención, los reactores de sales fundidas vuelven a escena. Tras fracasar con los primeros prototipos en los años 40 y ser finalmente abandonados en 1973, ahora los científicos siguen desarrollándolos. ¿Pero prevalecerán y revolucionarán el suministro energético de nuestro planeta? Este documental parte en busca de alternativas a la energía nuclear convencional.
Si la energía nuclear no se hubiera inventado para bombardear Hiroshima o alimentar flotas militares, ¿cómo serían hoy nuestros reactores? ¿Si desde el principio se hubiera dado prioridad al uso civil de la energía nuclear, como suministradora de energía y calor, con el objetivo de apoyar a las energías eólica y solar en lugar de sustituirlas?
Entonces quizá nuestros reactores actuales serían reactores de torio con sales fundidas. Casi tres cuartos de siglo después de su invención, los reactores de sales fundidas vuelven a escena. Tras fracasar con los primeros prototipos en los años 40 y ser finalmente abandonados en 1973, ahora los científicos siguen desarrollándolos. ¿Pero prevalecerán y revolucionarán el suministro energético de nuestro planeta? Este documental parte en busca de alternativas a la energía nuclear convencional.